Viajar con poco dinero no significa lo mismo para todos. Para algunos, es salir con una mochila, una carpa y unos pocos billetes arrugados en el bolsillo. Para otros, es bajarse un par de estrellas en el hotel, dejar la tarjeta guardada y probar un menú del día. Y ahí está la clave: “poco presupuesto” es relativo, pero siempre es posible viajar sin fundirse.
Este artículo está pensado para vos: joven (o joven de espíritu), que viajás en pareja, con amigos o solo. Sin hijos, sin un itinerario obligatorio, con más ganas que plata, y con la sospecha de que tal vez, sólo tal vez, el mejor viaje de tu vida no necesite una hipoteca para suceder.
Naturaleza sin gastar: más cielo, menos recibos
Los destinos naturales son el paraíso de los presupuestos flacos. Playas públicas, sierras, montañas, lagos y caminos rurales no te piden la tarjeta de crédito. Caminás, mirás, sacás fotos, te mojás los pies, cocinás algo simple y dormís bajo estrellas que no cobran por brillar.
En Europa, hay rutas de senderismo famosas como el Camino de Santiago (España), o la Alta Via en los Dolomitas (Italia), donde el alojamiento puede ser tan básico como una carpa o tan social como un refugio de montaña compartido.
En América, desde los parques nacionales en Argentina hasta los circuitos por la Costa Oeste de EE.UU., hay decenas de lugares donde el presupuesto principal es la energía que te quedan en las piernas.
Ciudades sin que el bolsillo sufra (tanto)
¿Se puede conocer París, Nueva York o Roma sin vender un riñón? Claro que sí. Eso sí: hay que ponerle estrategia.
- Caminar: Siempre será más barato (y más revelador) que un taxi. Algunas ciudades tienen free walking tours, o apps para hacer rutas autoguiadas.
- Transporte público: Sacá un abono semanal, y listo. En muchos casos, tenés descuentos para menores de 26, estudiantes o pases turísticos.
- Museos gratuitos: En muchas ciudades hay días u horarios con entrada libre. En Londres, la mayoría son gratis siempre.
- Comer bien, gastar poco: Mercados locales, menús del día, o… sí, McDonald’s si no hay opción. Aunque una baguette con queso en la plaza también tiene su encanto.
Caso especial: Las Vegas por “poco dinero”
¿Te suena contradictorio? Bueno, Las Vegas sabe cómo atraer gente. Hoteles 3 o 4 estrellas por menos de lo que pagarías en otras ciudades. Packs que incluyen comida, shows, y experiencias. Por menos de USD 1500 podés vivir una semana intensa, con pileta, neón y blackjack incluido.
¿Es poco dinero? Comparado con ir de mochilero, no. Pero comparado con una escapada a Mónaco, sí. Todo es relativo, y de eso se trata este artículo: encontrar tu escala.
Tips que aplican para todos
- Viajá ligero: Menos cosas, menos peso, menos gastos en equipaje.
- Evitá temporada alta: Los precios suben por la ley de la selva (bueno… oferta y demanda).
- Usá apps de descuento: Booking, Hostelworld, Skyscanner, Rome2Rio, Couchsurfing, BlaBlaCar.
- Sé flexible: Si podés moverte de fechas o destinos, vas a ahorrar.
- Cociná vos mismo: Aunque sea una comida al día, tu presupuesto te lo va a agradecer.
Entonces, ¿qué es “poco dinero”?
La respuesta es tan personal como tu pasaporte. Para algunos serán USD 10 al día. Para otros, USD 150. Lo importante es no compararse ni frustrarse. Viajar con poco dinero es posible si sabés adaptarte y priorizar experiencias por encima de lujos.
Puedo afirmar con total certeza que lo importante del viaje, es el viaje en sí mismo y no el destino. Todos los viajes nos dejarán anécdotas, experiencias, y aunque tan solo sea ir a tomar un café al Monte Cervino o remojar los pies en alguna playa del Mediterráneo por unos minutos, la sensación de libertad es fantástica… y mucho mejor si es con amigos.
En familia es un poco más complicado. Las opciones se reducen, hay que coordinar muchas cosas, horarios de muchas personas, obligaciones de estudio y laborales, y sobre todo cuidar a los niños, que requieren más atención y una buena alimentación. Supongo que otro día hablaremos específicamente de salidas familiares. ¿Les gustaría?
Viajar no tiene que ser caro. Tiene que ser sincero. Y si se puede hacer con poco, es porque en el fondo, necesitás menos de lo que pensabas.
Ahora contanos: ¿cuál sería tu viaje ideal? ¿Preferís la naturaleza o una gran ciudad? ¿Sos del team mochila y carpa o del club hotel 3 estrellas con promociones? Dejalo en los comentarios y sigamos charlando, que las buenas ideas (y los buenos viajes) suelen empezar con una conversación.
¿Armamos la mochila?
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