Hay días que pasan sin pena ni gloria y otros que marcan un antes y un después en la vida de muchas personas. Ayer, 31 de julio de 2025, entró en la segunda categoría, especialmente para miles de descendientes de italianos repartidos por todo el mundo. La Corte Constitucional italiana emitió una sentencia clave sobre la ciudadanía por descendencia (iure sanguinis), uno de los temas que más incertidumbre venía generando en los últimos meses.
Veníamos de meses turbulentos: varios tribunales italianos importantes como Roma, Firenze, Milano y Bologna cuestionaron si era legítimo seguir otorgando automáticamente la ciudadanía italiana a personas que nacieron en el extranjero y que quizá nunca vivieron en Italia, no hablan italiano o tienen poca conexión visible con la cultura del país más allá del apellido de sus antepasados y una herencia de sangre. El debate no era menor: se estaba poniendo en juego la esencia misma del “ius sanguinis”.
Antes de avanzar, recordemos que hace pocas semanas el Tribunal de Torino elevó ante la misma Corte Constitucional otra cuestión importante: la constitucionalidad de la polémica Ley 74/2025, que puso nuevas limitaciones y requisitos para el reconocimiento de la ciudadanía por sangre (podés revisar este artículo anterior acá: https://sherman.ar/2025/06/25/torino-ley-74-ciudadania-italiana-revision/). Ese asunto sigue pendiente, esperando una resolución.
Pero lo que pasó el pasado 31 de julio es otra cosa. Con la sentencia número 142/2025, la Corte Constitucional rechazó firmemente las objeciones de los tribunales de Roma, Firenze, Milano y Bologna, que pretendían limitar o cuestionar la constitucionalidad de la transmisión automática y sin límites generacionales de la ciudadanía italiana por sangre.
¿Y esto qué significa? Básicamente, la Corte acaba de reafirmar algo muy claro y fundamental: la ciudadanía italiana es un derecho que no caduca, no prescribe, no se pierde por la distancia ni por la cantidad de generaciones que hayan pasado desde el ancestro original. Textualmente, una frase contundente del fallo dice:
“La ciudadanía italiana adquirida por nacimiento no es un beneficio ni un regalo; es un derecho imprescriptible y permanente.”
Es decir que si sos bisnieto o tataranieto de italiano, seguís siendo italiano (nunca dejaste de serlo). Punto final. Este reconocimiento judicial es una bocanada de aire fresco para muchos descendientes que viven con la incertidumbre de no saber qué pasará con su identidad y derechos en el futuro próximo.
Otra cosa que la Corte aclaró de manera tajante es que establecer límites generacionales o requisitos adicionales como residir en Italia, conocer el idioma o participar activamente en la vida italiana, no es tarea de los tribunales. Eso solo puede hacerse mediante leyes aprobadas democráticamente por el Parlamento, no por la vía judicial. Y justamente eso es lo que hace (con bastante controversia) la famosa Ley 74/2025.
Esta sentencia no resuelve todas las batallas pendientes, pero es un avance importantísimo porque establece un precedente judicial sólido y claro. El mensaje implícito que deja es que el “ius sanguinis” es constitucional, legítimo y sobre todo imprescriptible.
Esto, además, podría resultar fundamental en la causa elevada por el Tribunal de Torino, que justamente cuestiona la validez constitucional de la Ley 74/2025. En otras palabras, tenemos ahora un precedente fuerte para creer que la Corte podría también declarar parcial o totalmente inconstitucional esta ley tan criticada.
¿Quiere decir esto que todo está definido? Todavía no. Falta la decisión más importante, la que tomará la misma Corte sobre la Ley 74/2025. Esa decisión será clave y podría ser incluso histórica.
En términos prácticos, ¿qué cambia este fallo para vos, descendiente de italiano que estás leyendo esto? Primero, que si estabas tramitando tu ciudadanía italiana judicialmente y estabas bloqueado por estos tribunales, incluso antes de la ley 74/2025, tenés ahora jurisprudencia fresca y contundente que respalda tu derecho. Segundo, que si tenías dudas o estabas desanimado por la incertidumbre generada por los fallos recientes, la corte constitucional te da un motivo real para que te sientas más seguro y optimista.
Pero atención, esto no significa que podamos relajarnos del todo. El juego todavía sigue, y falta la parte más importante: ver qué decidirá la Corte Constitucional respecto a la Ley 74/2025. Es fundamental mantenerse atentos, bien informados y no bajar los brazos, porque el partido más importante todavía está en juego.
Aquí quiero hacer una breve aclaración personal. Esta información corrió muy rápidamente en las redes sociales, en apenas horas, quizás minutos. Yo decidí tomar otro camino: el de la calma. Preferí tomarme el tiempo necesario para leer detenidamente el fallo, consultar todas las fuentes disponibles, y reflexionar antes de compartir estas palabras. Son temas demasiado sensibles para tratarlos a la ligera, y desde mi humilde posición quiero hacer un llamamiento a la prudencia. Muchas veces, por entusiasmo o desconocimiento, terminamos generando confusión e inexactitudes que luego son difíciles de corregir.
Ayer, cuando recibí el documento oficial con la sentencia de la Corte, vi cómo muchos, llevados por la euforia del momento, aseguraban que la Ley 74/2025 había caído, que todo volvía a la situación anterior. Pero esto NO ES ASÍ.
Por eso les propongo algo: tomémonos siempre un momento para pensar, leer bien, verificar las fuentes y reflexionar sobre cualquier información importante que llegue a nuestras manos, así como hice yo, incluso a riesgo de no ser el primero en compartir la noticia.
Para concluir, celebremos este avance con cautela, pero también con alegría. Este fallo reafirma algo que muchos sentimos profundamente: la ciudadanía italiana no es algo que se otorga o se quita según el viento político del momento. Es un derecho que nace con nosotros y que nos acompañará toda la vida.
Recordá que podés leer el Fallo 142/2025 de la Corte Constitucional haciendo clic acá
Y vos, ¿qué opinás de este fallo? ¿Te sentís más tranquilo ahora o seguís preocupado por lo que falta decidirse? Contanos tu experiencia en los comentarios, y no olvides compartir este artículo con otros que también necesiten un poco de tranquilidad.
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