Hay trenes que son veloces y otros que, además, tienen estilo. En Italia, subirse a un Frecciarossa o un Italo no es solo moverse rápido: es elegir entre dos formas distintas de viajar. Una con bistró, la otra con vending machines (maquinas expendedoras). Una con aroma a espresso servido en el asiento, la otra con diseño moderno y promos que tientan más que un tiramisú bien hecho.
Hace dos años probé mi primer tren de alta velocidad. Tenía que hacer un trámite importante y necesitaba llegar rápido. La verdad, en ese momento no me detuve a pensar ni ver nada respecto al precio o al servicio: mi prioridad era otra.
Hoy, más de dos años después -y tras haber probado varios trenes más, desde los antiguos regionales hasta los nuevos Jazz, Pop y Rock- puedo decir que ya tengo una buena idea de cómo se viaja en lo que muchos llaman “los mejores”: el Frecciarossa, que ya había tomado en aquella primera urgencia -y algunas veces más después-, y el Italo, tren de similares características operado por otra empresa.
Así que en esta nota les traigo mi veredicto personal. Qué tienen, qué no, cuál me parece mejor, cuál es más económico y, por supuesto, si realmente valen la pena.
Spoiler: no hay coche comedor con mantel blanco, pero tampoco se viaja mal.
¿Hay coche comedor en los trenes de alta velocidad?
Spoiler rápido: no. O al menos, no como los que uno se imagina. Si soñabas con caminar al vagón restaurante, pedir un plato de pasta mientras ves pasar la Toscana por la ventana y brindar con un Chianti, bueno… despertá.
Frecciarossa (de Trenitalia)
Frecciarossa sí tiene coche bistró. Es un vagón bar donde se pueden comprar snacks, cafés, sándwiches, bebidas… todo para llevar a tu asiento. No esperes mesas ni camareros, pero la variedad está bien.
Además, si viajás en clases Premium, Business o Executive, te traen el catering directamente al asiento: café, galletitas, juguito, panecillos. Todo prolijo, con toallita húmeda y sonrisa italiana (bueno, a veces). En Executive incluso podés elegir el menú antes del viaje. O sea, hay mimo si pagás más.
Italo (de NTV)
Italo, en cambio, no tiene coche comedor. Directamente. Ni bistró, ni bar, ni vagón con camarero imaginario.
Lo que sí tiene -según la clase- es:
- En Club Executive: catering incluido, y bastante completo.
- En Prima: te ofrecen un snack y bebida de bienvenida (una especie de “hola, pagaste más, te queremos”).
- En Smart (la clase económica): hay máquinas expendedoras en ciertos vagones (3 y 7 en los trenes AGV, 3 y 6 en los EVO).
El café que sacás de la máquina, con suerte, es decente. Y si no, al menos no fue caro. Es la experiencia vending machine, pero a 300 km/h.
Si querés algo que se parezca a un coche comedor (aunque sea en espíritu), Frecciarossa gana. Aunque no sea el Orient Express, por lo menos podés caminar, pedir un espresso, y sentir que el tren ofrece algo más que asientos.
¿Y los trenes Intercity?
Después de subirme a varios trenes en Italia, desde los regionales que parecen salidos de una peli de los 80 hasta los Jazz y Rock con aire más moderno, un día decidí probar los Intercity. El nombre te hace pensar que son algo “serio”, ¿no? Como un paso antes de la alta velocidad. Y lo son… más o menos.
Intercity diurnos
- No tienen coche comedor. Ni bistró. Ni bar. Nada.
- Lo único que encontrás son máquinas expendedoras, a veces medio escondidas entre vagones. Tené cambio o tarjeta, y rezá para que no estén vacías.
Te salva si te olvidaste el agua, pero si tu idea era comer en el tren, mejor hacé un stop en un bar de la estación antes de subir.
Intercity Notte (nocturnos)
Los nocturnos tienen su mística. Te subís en un lugar, dormís (si podés), y amanecés en otro. Pero no esperes glamour tipo tren de película.
- Tampoco hay coche comedor.
- En los vagones cama o litera, te incluyen un desayuno sencillo: un juguito, una galletita, y gracias por viajar con nosotros.
Es funcional. Y si sos de dormir como piedra, ni te enterás de que hubo desayuno.
Si vas en Intercity, llevá tu propio picnic. Literalmente. Un panino, una botellita de agua, y algo de paciencia. El servicio cumple, pero es austero. Lo bueno: es más barato que la alta velocidad. Lo malo: no siempre vale la pena el ahorro.
¿Y los trenes regionales?
Ah, los trenes regionales de Italia… un verdadero viaje en el tiempo. Pero a veces, el destino es más 1993 que 2025.
Hay algunos que todavía circulan con un look entre nostálgico y posapocalíptico: vagones grises, puertas con palanca, escaleras imposibles para subir con valija, y un aroma a humedad o “no se que” que no se puede disimular. Son funcionales, sí. Pero también son un poco un castigo visual y logístico.
Y entonces, de pronto, aparece uno de esos nuevos: Rock o Pop. Trenes modernos, con diseño disruptivo, amplios, llenos de luz, con información digital, rampas suaves, enchufes para cargar el celu, ¡y espacio para bicicletas! ¿Cómo no quererlos?
La primera vez que vi uno de esos pensé: “ah, bueno, ¿esto también es un regional?”
Sí. Y qué bien que les queda la modernidad.
Claro, no hacen trayectos larguísimos, ni son velocistas, pero cumplen. Y si toca uno de los nuevos, el viaje corto se vuelve cómodo y digno.
Lo mejor: el precio bajo. Lo peor: que no sabés cuál te va a tocar hasta que estás en el andén.
Comparativa general: Regional vs Intercity vs Alta Velocidad
Característica | Regional | Intercity | Alta Velocidad (Frecciarossa / Italo) |
---|---|---|---|
Tipo de tren | Viejos y nuevos (Jazz, Pop, Rock) | Tren clásico, asientos reclinables | Trenes modernos de alta gama |
Velocidad | Lenta (hasta 160 km/h) | Media (hasta 200 km/h) | Alta (hasta 300 km/h) |
Precio | 🟢 Muy bajo | 🟡 Medio | 🔴 Alto (aunque Italo tiene promos) |
Coche comedor | ❌ No | ❌ No (solo maquinas) | ✔ Solo Frecciarossa |
Enchufes | ✔ En modelos nuevos | ✔ Generalmente sí | ✔ En todas las clases |
Espacio para bicis | ✔ Sí, en varios modelos | ⚪ Según composición | ❌ No en trenes AV |
Clases | Única | Una o dos | 3–4 clases según tren |
Reservas | ❌ No hace falta | ✔ Recomendable | ✔ Obligatoria |
Experiencia general | 🎲 Varía mucho según modelo | 😐 Correcta, funcional | ✨ Cómoda, moderna, puntual |
¿Y los precios? ¿Cuál conviene más?
Una verdad incómoda: los trenes de alta velocidad no son baratos.
Pero como todo en la vida, hay matices, y acá entra el juego del algoritmo, el horario, la antelación y la suerte.
Italo (NTV)
- Tiene promociones constantes, muchas veces precios desde €14,90 si comprás con tiempo.
- A veces incluso hay cupones dando vueltas por internet o campañas de temporada.
- La clase Smart suele ser muy competitiva y cómoda.
Frecciarossa (Trenitalia)
- En general, un poco más caro.
- También hay ofertas, pero menos agresivas.
- Clases superiores como Business o Executive son más caras que las de Italo.
- Tarifas reducidas para menores de 30, mayores de 60 y grupos, pero hay que buscarlas.
Ejemplo:
Para un viaje Roma–Milano con antelación de 15 días (puede variar desde que se escribió este articulo):
- Italo Smart: €24,90
- Frecciarossa Standard: €34,90
- Italo Prima: €38,90
- Frecciarossa Premium: €44,90
La diferencia no siempre es abismal, pero Italo suele ganarle en precio.
¿Y entonces? ¿Con cuál me quedo?
No hay una única respuesta, claro. Pero sí hay perfiles de viajero.
- Si querés viajar cómodo, con servicio a bordo y algo más “premium”: Frecciarossa Executive o Italo Club pueden darte eso… a precios altos.
- Si buscás lo justo y necesario, y cuidás el bolsillo: Italo Smart es tu opción. Cómoda, rápida, y muchas veces a mitad de precio.
- ¿Te importa el coche comedor? Solo Frecciarossa lo tiene. Punto para ellos.
Después de haber probado todo tipo de trenes, desde los regionales viejos hasta los futuristas de alta velocidad, mi veredicto es este:
- Los Rock y Pop regionales me sorprendieron. Si el trayecto es corto, bienvenidos sean.
- Los Intercity me parecen honestos, pero nada más. Funcionan.
- Los trenes AV son otro nivel: comodidad, puntualidad, eficiencia.
- Si tengo que elegir… me quedo con Italo: buen precio, linda estética, nunca me falló.
Pero claro, esto no es una guía absoluta. A veces el mejor tren es el que sale primero, o el que te permite llegar a horario, o el que te deja en la estación más céntrica.
Al final, como siempre: depende.
Ahora solo queda seguir viajando, buscando esa experiencia óptima entre servicio y comodidad.
¿Cuál será el próximo destino? No lo sé.
Solo sé que amo viajar en tren… bueno, viajar en general.
¿Encontraremos algún día ese tren con coche comedor completo, o eso ya quedó solo para las películas?
¿Y vos? ¿Con cuál te quedás?
¿Cuales probaste? ¿Tenés una anécdota buena (o mala) en trenes italianos?
¿Fuiste de los que comió algo en el bistró de Frecciarossa o te cebaste con las promos de Italo?
Te leo. Que el viaje siga, en rieles o en comentarios.
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