Recientemente visité la Ciudad Villa Epecuén (o lo que queda de la misma), también conocida simplemente como Epecuén, es una localidad argentina ubicada en la provincia de Buenos Aires. Se encuentra a unos 600 km al sudoeste de la ciudad de Buenos Aires y a 7 km al sur de la ciudad de Carhué.

La ciudad de Epecuén fue fundada a principios del siglo XX (1921) y se convirtió en un popular destino turístico debido a las propiedades terapéuticas de sus aguas saladas (MUY saladas) y su lago. La ciudad llegó a tener una población de más de 5.000 habitantes y contaba con hoteles, balnearios, restaurantes y otras instalaciones turísticas.
Sin embargo, en 1985, una inundación causada por el desborde del lago y la falta de infraestructura de drenaje adecuada provocó la crecida del agua y la destrucción de la ciudad. Los residentes fueron evacuados y la ciudad quedó abandonada. Los residentes fueron evacuados y la ciudad quedó completamente abandonada. Durante muchos años, el agua del lago cubrió la ciudad, lo que la convirtió en un lugar misterioso y fascinante.

Después de un largo viaje en auto busqué hospedaje en la ciudad vecina Carhué (hay mucha oferta, tanto hoteles como casas y cabañas) para pasar la noche y al día siguiente poder ir hacia Epecuén.
Al día siguiente desayuné en el bar que se encuentra frente a la plaza de Carhué, Amorata. Carhué es un lugar muy lindo, en otro momento hablaré mas de esta ciudad.
Cerca del medio día partí hacia Epecuén (mala idea, demasiado calor, el suelo saturado en sal, los escombros de las ruinas, todo quema y refleja la luz del sol, vayan mas temprano o cerca del atardecer).

Desde 1985 ha permanecido bajo el agua y se ha convertido en un atractivo turístico para aquellos que desean explorar las ruinas sumergidas. En la actualidad, el lago Epecuén ha disminuido su nivel de agua y se puede acceder a algunas partes de la ciudad (pero no a todas).
Después de la inundación la mayoría de sus habitantes se mudó a la ciudad vecina Carhué la cual hoy en día tiene hospedajes y restaurantes que son mayormente utilizados por las personas que van a visitar las ruinas de Epecuén (como lo fue mi caso). Carhué tiene también varios spa termales que usan las mismas aguas terapéuticas del lago.
Pese a ser un lugar turísticamente interesante por su historia no debemos olvidar que muchas personas perdieron su hogar, hay que ser respetuosos (y precavidos para evitar malos entendidos) con el lugar y las personas. Aún hoy en día existen personas que exigen una solución para recuperar su hogar, su lugar. Hoy, más de 35 años después del desastre ningún gobierno ha dado una solución real a estas personas. En 1992 la ciudad vecina Carhué también se vio afectada por las inundaciones Inundaciones de 1992 (video 1) Inundaciones de 1992 (video 2)

Actualmente, no hay residentes permanentes en Ciudad Lago Epecuén. La ciudad fue completamente abandonada después de la inundación de 1985, y aunque el nivel del lago ha disminuido en los últimos años, no hay personas que vivan en la ciudad de forma permanente.

Sin embargo, hay algunas personas que visitan la ciudad de vez en cuando, principalmente turistas y exploradores que quieren ver las ruinas sumergidas y experimentar la atmósfera misteriosa de la ciudad fantasma.
Sin duda alguna es un lugar hermoso que merece la pena ser visitado, sumamente tranquilo y de ambiente familiar.
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